sábado, 31 de mayo de 2014

LOS HUMANOS, AL CONTRARIO QUE LOS PERROS, MEZCLAMOS EMOCIONES OPUESTAS.

             Cada día parece más probado que los amores duraderos son el fruto de la capacidad única, singular, irrepetible en cualquier otra especie, que tiene los humanos de amarse y odiarse al mismo tiempo. Al contrario de otras especies, tenemos emociones mezcladas. Tanto es así que emociones positivas como el amor y negativas como el odio o el desprecio activan circuitos cerebrales muy próximos cuando no idénticos; de manera que la perdurabilidad en el tiempo de la emoción vinculante viene dada por la posibilidad de recurrir a una u otra indistintamente según las circunstancias.

         EDUARDO PUNSET.
         EL VIAJE AL PODER DE LA MENTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario